Ejercicios postparto

Una vez que la mujer da a luz  comienza la etapa más ocupada de su vida. Precisamente porque el recién nacido necesita de una dedicación completa, la madre, en muchas ocasiones, no se ocupa de sí misma como debería. Para recuperar la forma es necesario hacer algo de ejercicio suave  que puede empezar unas semanas después del parto, cuando lo aconseje el médico. A veces la pancita es lo que más preocupa a las recién estrenadas mamás, y para eso existe una serie de ejercicios abdominales que se pueden practicar en cualquier momento del día que ayudan a fortalecer los músculos del vientre. Son éstos:

Abdominales suaves: tumbada en el suelo boca arriba con los brazos a lo largo del cuerpo, las piernas flexionadas con las plantas de los pies apoyadas en el suelo, apretamos la zona lumbar contra el suelo, espiramos y levantamos la cabeza, los hombros y los brazos, manteniendo el cuello en línea con la columna. Mantenemos unos segundos y bajamos a la posición inicial. Repite quince veces.

Abdominales con giro: tumbada en el suelo con las manos en la nuca, doblamos la pierna derecha apoyando la planta del pie en el suelo y la izquierda apoyando el tobillo sobre el muslo de la derecha. Apretamos la zona lumbar contra el suelo y elevamos cabeza y hombros a la vez que dirigimos el codo derecho hacia la rodilla izquierda. Repite quince veces, cambia la pierna y vuelve a repetir otras quince.

Tijeras: nos sentamos en el suelo apoyándonos en los antebrazos. Intentando no despegar la zona lumbar del suelo, espiramos y levantamos ligeramente las piernas. Respirando normalmente entrecruzamos las piernas haciendo el movimiento de tijeras; llevando la pierna izquierda sobre la derecha y viceversa. Repite quince veces.

El embarazo trae como consecuencias muchas veces algunos inconvenientes como las piernas hinchadas, celulitis, acúmulos de grasa y flaccidez. Para intentar reparar estos problemas podemos ejercitar nuestros músculos durante treinta minutos al día haciendo marcha rápida, o pedalear en bici durante cuarenta minutos, siempre sin llegar a un ritmo excesivo ni muy cansado.