Condilomatosis: verrugas en genitales

El condiloma acuminado, conocido generalmente como condiloma o verrugas genitales, es una enfermedad de transmisión sexual causada por el virus del papiloma humano.
Se caracteriza por el crecimiento de una lesión parecida a una verruga que es blanda y que al multiplicarse toma la forma de una “coliflor” que aparece en el pene, la vagina, vulva, uretra, cuello del útero o en la región anal, lugares del cuerpo que tienen un medio húmedo propicio para su crecimiento y reproducción.

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Esta enfermedad es muy frecuente, pero en la mayoría de las personas infectadas no se presentan síntomas. También puede afectar a los niños, pero en estos casos la enfermedad no se transmite por vía sexual.

Las principales molestias son ardor y comezón alrededor del pene, de la vagina o del ano.

Esta enfermedad se asocia al cáncer de cuello de útero, ya que algunos tipos del virus se relacionan con cambios celulares malignos en el cuello del útero, que se detectan al practicar un examen de Papanicolau. También se relaciona con el herpes genital.

Cuando se atienden adecuadamente, los condilomas son controlables. Sin embargo, y debido a que son ocasionadas por un virus, las verrugas suelen reaparecen frecuentemente después del tratamiento, por lo que es necesario mantener un control frecuente y realizar en las mujeres el Papanicolau por lo menos 6 meses.

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En general dan buen resultado los tratamientos sugeridos por el médico, pero en algunos casos son necesarios los tratamientos quirúrgicos, sobre todo cuando las verrugas han alcanzado gran tamaño. Entre las técnicas más utilizadas están la electrocauterización, la criocirugía, la cirugía convencional y la terapia con láser.

Es necesario que las personas que han padecido condilomas, se abstengan de tener relaciones sexuales hasta que la enfermedad esté controlada o el médico determine que no hay riesgo de contagio y en todo caso se sugiere el uso del condón, como medida preventiva.